10 de abril de 2012

Estambul

Hablar de Estambul es caótico. Coches, turismo a tope, cansancio, frío.
La llegada a un punto importante del viaje se respira de buena mañana con tensión, habían por delante unos 130 km desconocidos, al igual que cada día cuando iniciamos una nueva etapa y no sabemos que nos depara el camino, se sumaba la preocupación con el tráfico de Estambul. Marcos no había dejado de comentarlo días antes, de buena mañana empaquetando las cosas merodeaban incógnitas... ¿saldremos vivos de esta?

El rompe piernas fue lo primero en aparecer. La carretera presenta múltiples altibajos quebrando el ritmo continuamente, tras 60 km atestados de trafico al sol hacemos parada a comer sandia fresca. Para mi la primera de la temporada.




El hombre tan amable nos dio toda la que quisimos gratis, negó el dinero...puso las manos en su pecho y dijo algo en Turco, algo como...buen karma.

Te pueden quitar las lineas divisorias de los carriles, te pueden poner mil baches y asfaltos de diferentes edades pero por lo que mas quieran, los arcenes no... era un estrés cada vez que los márgenes se reducían y los camiones pasaban rozando el manillar en plena subida. Pitidos y largas colas abarrotadas donde ni siquiera con las bicis se conseguía adelantar atrapados en la tela de araña asfaltada.




En medio de toda la tensión huele a carne de cordero, largas horas de riding han desarrollado un avanzado olfato culinario en estos lobos sobre ruedas y en efecto, justo al lado de la carretera en un lugar ajardinado bien adornado se encontraba el check point.


Alitas de pollo, cordero, salchichas y pinchos todo ello muy sabroso. 

Energías renovadas subimos a las monturas pedaleando junto con los dinosaurios de la carretera, kilómetros interminables para llegar al centro histórico dentro de las murallas, donde nos hospedamos en Sur Pensión a cargo de Apol, un hombre estupendo que nos llevo de turisteo pese a la lluvia y frío que nos hizo durante nuestra estancia. Sacamos en pocas ocasiones la cámara aunque momentos como visitar la obra del cuñado de Apol tomando té no dejaron de ser mas importantes que los monumentos arquitectónicos.


Nos pusimos manos a la obra con los visados en la embajada de Irán y todo listo para despedirnos de Estambul, rumbo hacia la frontera con Irán.








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