10 de noviembre de 2011

La filosofía

Como muchos sabréis el mundo de la bicicleta te permite conocer una diversidad extensa y maravillosa de personas. Para mi todo empezó en Bali, cuando Rafeta y Villarejo tenían planeado juntarse con Marcos, Evelin (una tiarrona del norte) y Cri (la que posteriormente sería pareja con Marcos) para pasar un mes en la isla desplazándose en bici. Fue en febrero y marzo de 2010, Marcos y compañía venían desde Enero pedaleando por la costa de la India desde Chennai hasta Calcuta. Unos 2150km para Marcos y las chicas antes de Bali.

Para entonces mi enlatado cerebro no entendía de largos viajes a pedales y de grandes obras como la que estaban ideando Rafeta y Villarejo para con sus bicicletas.

Pasaron por la tienda de bicis en la que estoy empleado la mayor parte del tiempo en mecánica y  nos dejaron la tarea al jefe Gustavo y a mí, de conseguir dos bicicletas para el viaje.
El coste de las compañías aéreas por llevar una bicicleta son exageradamente elevadas así que había que conseguir dos bicicletas que aguantaran la traca y estuvieran a buen precio.
El resultado fue Pepa y Amparito, dos bicis montadas con piezas recicladas del taller con la idea de viajar por Bali y a su regreso formar parte de un donativo a la gente de la zona.

Foto de cuando terminamos las bicis en el taller. En cuanto la consiga la subo. Por el momento imaginaros a un tio con las manos llenas de grasa, el jefe con el símbolo del dólar y a los dos aventureros con una sonrisa de irse un mes.

Después de la foto finish, Rafeta y Villarejo partieron hacia Bali y no tuve noticias de ellos hasta su regreso. Posteriormente en la paella que nos invitaron a comer nos contaron sus experiencias con las bicis y sobre el viaje. No puedo contar tan extenso viaje que no conozco en su totalidad, pedalearon mucho y pasaban cada noche en lugar diferente que elegían de forma improvisada, tocando la guitarra y pasándolo en grande con la gente. Ahí es cuando Rafa tocando salto a la fama firmando autógrafos para diversos turistas y gente que creían que era una figura importante de la música, con canciones como “el pato s’agarra aixina” con mucho toque personal.

El aspecto mas destacable para mi fue el momento en que dieron sus bicicletas, una en un orfanato y la otra en una ONG. Las palabras textuales de Villarejo fueron: -Tuve que contenerme las lágrimas de emoción durante la canción que cantaron los niños huérfanos en agradecimiento.


Después de contar este relato queda demostrado que soy yo el que ha picado el gusanillo de unirse al viaje, ya que si Rafeta y Villarejo participan en la ruta a Katmandú, no será de extrañar y además será todo un éxito.

Fotos de Bali

Salud para todos




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